sabato 26 marzo 2016

Viernes Santo

Viernes, 25 de marzo de 2016














Viernes Santo
Jesús mío, escondida en tu herida abrí la mía.
Dolor con amor en un mismo cáliz.
Besas mis llagas y yo las tuyas.
Me compadezco de ti y te compadeces de mí.

Mi marido es testigo de nuestro amor eterno.
Recoge mis lágrimas y las atesora en su alma.
Me dice: “Él te ama”. Y yo le creo.

Él me ama, yo lo amo.

lunedì 14 marzo 2016

Prohibido para niños

 Hoy lunes  me desperté con la brillante idea de ayudar a mi marido cortando yo misma el césped. Los últimos domingos Steve no había podido cortarlo como lo hace habitualmente, porque estaba ensayando para un concierto.
Mi césped parecía más la selva amazónica que los pastos de los hobbits. Con ganas de hacer además mi buena acción del día y apoyar a mi marido le digo que me enseñe a manejar la máquina.
La dueña de la casa nos dejó una especie de tractorcito donde tú te sientas y por debajo hay unas cuchillas gigantes que hacen su tarea. Steve comenzó la lección: “Ya. Observa bien porque es muy peligrosa. No es un juguete, tienes que tener mucho cuidado. Así se prende, aquí está el freno, el embrague, ésta es la palanca que controla la altura de las cuchillas etc. etc.”. Trato de memorizar todo, aunque un poco atemorizada de las distintas palancas y palanquitas. Steve me advierte además que no me preocupe, pues en el momento que uno se baja del tractorcito la máquina se detiene automáticamente para no tener el peligro de que los pies caigan bajo las cuchillas. Inmediatamente me acuerdo de un amigo en Italia que su padre había perdido la pierna con una de estas máquinas. Me asusté un poco, pero me dije a mi misma, ¿Porqué no puedo hacerlo? ¡Claro que sí!

Así que de lo más valiente me siento en el tractorcito y trato de prenderlo. Nada. Muerto. Steve no entiende el motivo. Me dice que quizás estoy prendiéndolo mal. Èl se vuelve a sentar y enciende el motor sin ningún problema: “vuelve a intentarlo”- me dice. Trato una vez más y nada. Me decido a prender el motor por tercera vez y absolutamente muerto. De pronto veo la cara de Steve que se ilumina cada vez que resuelve una incógnita y me dice: “Amor, el tractor no reconoce que eres una adulta, eres chiquita, pesas muy poco y por eso no enciende. Es un mecanismo de seguridad para que los niños no puedan manejarlo”. No lo podía creer. Traté de poner más peso en el asiento con todas mis fuerzas y nada….
Así que entre frustrada y fastidiada me bajé de la cortadora y Steve me dijo: “déjame hacerlo a mi”.

Decidí echarme en mi terraza tomando sol mientras contemplaba a Steve como cortaba el césped con tanta habilidad.  Y si bien no pude ayudarlo, tuvimos en la noche un motivo para reírnos juntos de lo gracioso que la máquina pensara que yo era una niña.



domenica 6 marzo 2016

Nos comprometemos

Poesía de Primo Mazzolari
















Nos comprometemos, nosotros y no los otros
únicamente nosotros y no los otros,
ni quién está más arriba, ni quien está más abajo,
ni quien cree, ni quien no cree.
Nos comprometemos.

Nos comprometemos:
sin pretender que los otros se comprometan con nosotros,
sin juzgar a quien no se compromete,
sin acusar a quien no se compromete,
sin condenar a quien no se compromete,
sin buscar porqué no se compromete.


Si sentimos algo que "podemos" 
y lo queremos fuertemente está sobre nosotros, 
solamente sobre nosotros. 

El mundo se mueve si nosotros nos movemos,
cambia si nosotros nos hacemos nuevos,
pero se vuelve barbárico si soltamos la bestia que hay en cada uno de nosotros.

Nos comprometemos:
para encontrar un sentido a la vida,
a esta vida,
una razón 
que no sea una de las tantas razones que bien conocemos
y que no nos tocan el corazón.
Nos comprometemos no para reordenar el mundo,
no para rehacerlo,
sino para amarlo.

giovedì 3 marzo 2016

Al amor de mi vida


Me encontraste frágil, destrozada, desilusionada y dolida
Aunque siempre niña, alegre y esperanzada…
te generó curiosidad mi ingenua existencia entre rezos y ascética de vida
me generó curiosidad tu existencia sin ancla y con tu musa amante.

Los dos heridos, los dos temerosos ante todo si definitivo.
los dos buscando…
tú la creatividad que no te aprisione en la normalidad de la rutina
yo la esencialidad que me eleve de todo lo que el mundo me ofrece.

Y de manera mágica, sin saber cómo, sin quererlo te amé
Y no por un cúmulo de virtudes,
ni por conveniencias mundanas,
ni por dotes naturales.

Es el resplandor de tu irrepetibilidad,
de la belleza de una chispa de vida y espíritu que percibo
que tiene de bondad, de sencillez, de locura y genialidad
pero que al mencionarlas cada una de ellas se esfuman como motivo.

Y por ello el motivo de mi quererte
es ese motivo sin motivo, es esa belleza de tu alma sin nombre
que es tan bella que sólo al tratar de definirla se escapa
que está hecha no para disgregarla o explicarla,
sino para contemplarla.


Te amo y punto.