giovedì 27 settembre 2012

La empatía en la pareja



           ¿Cuántos pedimos claves, tips o luces para mantener una relación estable, para que el amor con la pareja no se enfríe, para que ese vínculo inicial perdure?

     Creo que para hablar de verdadero amor se necesitan cuatro elementos fundamentales: la atracción-simpatía-empatía, la amistad, el amor y la fidelidad responsable. Creo que estos cuatro elementos no pueden faltar en ninguna relación de pareja.

        Todos estos temas los estoy desarrollando en mi próximo libro. Pero sin embargo hay uno de estos elementos al cual no le damos la suficiente importancia, como es el elemento de la EMPATIA con la pareja.

        ¡Qué importante ser empático con la propia pareja! Ser empático significa lograr entrar en su órbita vivencial y experimentar lo que la otra persona está viviendo, así como la manera que tiene de percibir la realidad, su sensibilidad, lo que le afecta o resuena con mayor intensidad. Lógicamente esta experiencia no será exacta, pero podré aproximarme a su vivencia. Se trata de hacer de un evento externo a mi  una experiencia propia y "tratar de ponerme en sus zapatos".

         La vivencia empática no brota del yo, sino que nace del tú del partner y luego se hace propia. La empatía logra que esa vivencia nazca en el interior, dándole cabida como huésped en el corazón. La filósofa Edith Stein trabajó todo el tema de la empatía en su tesis el “Problema de la empatía”. 

        La empatía no es un acto de reproducción e imitación del sentimiento del otro,  no se trata de reproducir exactamente lo que el otro vive, pues sino nos encontraríamos frente a una unipatía que no es la experiencia del nosotros.   Dos personas no pueden, ni deben sentir exactamente lo mismo, porque de esa manera se eliminaría la diferencia y la riqueza del yo y el tú, y la posibilidad de ayudarse el uno al otro realmente.

           Pero, cuán difícil es ser empático con la propia pareja. Muchas veces, si la pareja viene cargada, agobiada, tensa en vez de ser empático, uno puede defenderse  para no experimentar un sentimiento negativo o quizás responder  con frases clichés o con una broma para eliminar o bajar la tensión. O quizás reaccionará unipáticamente asimilando y enganchando con sentimientos no del todo positivos del partner. Es obvio que no se trata de absorver a tal punto la vivencia del otro que termine por generar una simbiosis que no permita ayudar con objetividad a la pareja. Pero esa actitud defensiva creo que no es tampoco la más sana. 

          Considero que  serían aconsejables dos momentos claves en una relación recíproca. Es fundamental, tanto en las vivencias positivas, alegrías, tristezas o tensiones un momento empático (que requiere silencio, escucha, reverencia y atención) para llegar al núcleo de la otra persona y captar el centro de su experiencia y de su manera particular de ver una realidad o percibirla. Y un segundo momento, que desde esa empatía haga  explícita con un gesto o una palabra la comprensión de la vivencia del otro, para desde ahí poderle dar la propia interpretación. Una interpretación personal que no es una respuesta cerebral a una experiencia que veo desde fuera como quien analiza un experimento en un laboratorio. 

       Respuestas fáciles como “no le hagas caso al que te criticó, supéralo, no dejes que te tense inútilmente”… son salidas fáciles que la experiencia muestra  no tener efectos muy deseados o generar frustración en nuestro interlocutor. Quizás algo tan simple como tratar  de ser  empático.  Hospedar en el propio corazón la experiencia de la pareja: la inseguridad frente a su trabajo, el stress por la dificultad en las relaciones humanas, la imposibilidad de resolver una situación que causa frustración… y luego al haber acogido dentro de uno esos sentimientos del tu, salir al encuentro para compartirlos, comunicarlos, exteriorizarlos o simplemente acogerlos con un silencio elocuente.

         Al mismo tiempo, la empatía llevará a conocer  qué cosas en particular afectan a mi pareja, o no le gustan, o le hacen sufrir y si bien quizás para el otro es lo más normal del mundo, el amor y el respeto por la pareja hará que uno evite aquellos gestos que quizás hieren la sensibilidad particular de mi partner. Sólo basta un poco de empatía para tener esos detalles o dejar de tener esas actitudes que nos irritan mutuamente.  

      Es por eso que la empatía crea en la pareja el nosotros, que no es la suma de las distintas experiencias, sino que nace una nueva realidad, la comunidad en la cual se valora lo que cada uno experimenta, y donde se entra en una comunicación recíproca.

      La empatía tiene también un valor muy poco explotado. Creo que ella  nos ayuda cuando descubrimos en el otro valores que nos son afines y que quizás aún no habíamos descubierto y estaban como dormidos o anestesiados. Cuando hacemos empatía con alguien, quizás descubrimos valores que se encontraban muy dentro de nosotros y no tenían forma de salir o exteriorizarse. Esto suele suceder en una relación de pareja. El tú hace que uno descubra más profundamente mi yo. Y no hay cosa más linda que la pareja haga que yo sea más quien soy y que yo ayude a que sea más quien es él.

¿Por qué no ser un poquito más empáticos?

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